El 22 de septiembre en diferentes ciudades del mundo se celebra el Día Mundial Sin Automóvil. Si quieres conocer un poco más del porqué y para qué lo celebramos a continuación te lo contamos.
En algunas ciudades este día se integra dentro de la Semana Europea de la Movilidad Sostenible, que se celebra del 16 al 22 de septiembre. La Comisión Europea creó este día en el año 2000 para reivindicar la contaminación acústica y medioambiental y alertar sobre la necesidad de cambiar las políticas de tráfico en las ciudades.
Cada año la celebración de esta fecha es una pequeña prueba para conocer hasta qué punto los ciudadanos estamos preparados para sobrevivir sin coches y si existen alternativas a estos medios contaminantes de transporte. El objetivo de la iniciativa es generar una mayor conciencia medioambiental: que la ciudadanía dejemos el coche en casa este día y nos desplacemos caminando, en bici, transporte público u otros medios de transporte alternativos.
El origen de este día mundial se remonta al año 1973, cuando varios países de Europa vieron limitadas sus reservas de petróleo y por ende, de combustible. Debido a que los países árabes aliados de la OPEP suspendieron la venta de petróleo a los países que apoyaron a Israel, durante la guerra de Yom Kipur.
De esta manera comienzan a surgir algunas alternativas para disminuir el uso de vehículos, tales como el racionamiento de gasolina, así como la promoción del uso de medios de transporte más eficiente. En el mes de octubre de 1994 algunas ciudades a nivel mundial comenzaron a aplicar el Día sin Coche.
Gran Bretaña se convirtió en el primer país en adoptar esta iniciativa a nivel nacional, en el año 1997. Ya en el año 2000 la Comisión Europea declaró el 22 de septiembre como Día Mundial Sin Coche, extendiendo las actividades asociadas a la celebración por toda una semana, conocida como Semana Europea de la Movilidad.
El objetivo de la jornada, que siempre se celebra el 22 de septiembre, es el de desincentivar el uso del automóvil, ya que está produciendo daños en el medio ambiente. La reducción de emisiones de CO2 a la atmósfera es una de las prioridades de las ciudades que se suman a la iniciativa.
Y es que, la mala calidad del aire se traduce al año en alrededor de 400.000 muertes prematuras en Europa, de las cuales 7.000 se producen en España, según las cifras que ha remitido la Agencia Europea del Medio Ambiente (AEMA) en un informe.
La realización de un Máster en Energías Renovables y Gestión de la Energía, te permitirá desarrollar tu carrera profesional especializándote en un área por el que, cada vez más, se involucran las mejores empresas del sector. Además, ello te ayudará a potenciar tu perfil, adquiriendo un valor altamente profesional como experto de las Energías Renovables.
¿Por qué deberíamos apostar por las Energías renovables? La Unión Europea y otros organismos mundiales lo defienden así, ya que son alternativas más baratas y respetuosas con el planeta, generan mayor independencia energética, permiten reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y, además, crean empleo. En definitiva, brindan grandes oportunidades y son el mecanismo para luchar contra la contaminación y el cambio climático a nivel mundial.
¿Sabías que España está entre los 10 primeros empleadores mundiales en energías renovables? Y es que el sector mantiene en la actualidad aproximadamente entre 115.000 y 120.000 puestos de trabajo, según datos de la Asociación de productores de energías renovables (APPA), entre otras fuentes.
Las energías renovables se perfilan como el futuro del sector energético y tienen cabida en multitud de sectores y empresas, ya que poco a poco toda la producción debe adaptarse a procesos más respetuosos con el medio ambiente y menos contaminantes. Por ello, los profesionales relacionados con este área serán cada vez más demandados por las compañías.
Esta expansión de las energías limpias, hace necesario contar con profesionales, sobre todo, hacen falta trabajadores cualificados. Por eso, para trabajar en energías renovables, contar con la formación adecuada es fundamental. Un Máster en Energías Renovables, puede ser la opción perfecta para especializarse en este sector.
El descenso en las reservas mundiales de los recursos finitos hacen que las energías limpias se perfilen como la opción del futuro cercano, convirtiéndose en uno de los sectores que más crecimiento experimentará en los próximos años. Cada vez más las potencias mundiales apuestan por políticas medioambientales y el cambio en los modelos de producción es algo inminente.
En este momento, para lograr que nuestro planeta sea más sostenible, las empresas investigan y desarrollan todo tipo de proyectos energéticos. Para ello, buscan personal con altos conocimientos del sector para que puedan contribuir a conseguir los objetivos medioambientales. Sin lugar a dudas, si estudias un máster de estas características, conseguirás una excelente oportunidad educativa para acceder a este innovador campo de trabajo.
El objetivo del Máster en Energías renovables y Gestión de la energía de EUDE Business School es formar a profesionales que puedan desempeñar su actividad dentro del sector eléctrico y de las energías renovables atendiendo a la innovación e implementación de estas tecnologías. Este es el tu momento de apostar por esta formación y convertirte en un experto en este sector.
Ahora más que nunca existe una preocupación global y una concienciación cada vez mayor por el cuidado de nuestro planeta y la lucha por el cambio climático. Durante el confinamiento provocado por la pandemia de coronavirus, se comprobó como la reducción de nuestra actividad y la reducción de emisión de gases por parte de automóviles y fábricas mejoro la calidad del aire y el estado de nuestro ecosistema natural.
En este sentido, el coche eléctrico puede ser una gran opción para seguir combatiendo la contaminación. En los próximos años, poco a poco las calles se irán llenando de este estilo de bólidos dejando atrás los ruidosos y contaminantes coches actuales.
1. Ahorro inmediato
Este tipo de vehículo no requiere que pagues la tasa por emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera, puesto que es de emisión 0. Puedes ahorrar en el impuesto de circulación por tratarse de un vehículo eléctrico. Y además tienes incentivos fiscales para su adquisición. A la larga también ahorrarás al no tener que repostar combustible.
2. Ayuda a mejorar la calidad del aire
Algo que ha quedado patente durante el confinamiento que hemos vivido estos meses es el efecto de los vehículos sobre la calidad del aire y el estado de la atmósfera. Este hecho ha dejado aún más clara la necesidad de apostar por medios de transporte más sostenibles.
Una de las soluciones disponibles y más asequibles es optar por vehículos eléctricos, puesto que frente a los motores más convencionales, los eléctricos reducen la emisión en dos toneladas netas de CO2 al año (datos de España).
3. Produce menos ruido
La contaminación acústica existe y resulta muy molesta. En las grandes ciudades el 80% del ruido proviene del tráfico. Y el ruido, aunque pueda parecer una tontería, afecta a la salud física y a la salud emocional de formas notables: irritabilidad, jaquecas, alteración de la presión arterial, estrés, etcétera.
Frente a todo esto, el vehículo eléctrico no emite ruido, por lo que en un años se podría acabar con esa contaminación acústica y conseguir ciudades mucho más silenciosas.
4. Reduce el gasto energético
El gasto energético que realiza un vehículo eléctrico frente a un vehículo con motor térmico o de explosión es mucho menor. Siendo una energía no sólo más saludable si no también más económica. A su vez, la eficiencia del motor eléctrico es casi tres veces mayor.
5. Tiene una mayor durabilidad
Los coches eléctricos tienen una mayor durabilidad y se mantienen en mejores condiciones, respecto a los vehículos a motor. Además, requieren de menos mantenimiento, puesto que no tienes que estar cambiando filtros, aceite, entre otras piezas, puesto que su funcionamiento es completamente distinto.
En EUDE Business School sabemos la importancia de gestionar los negocios de una manera sostenible. Por ello, impartimos programas relacionados con el cuidado del Medio Ambiente, como nuestro Máster en Energías Renovables y Gestión de la Energía.
El 8 de junio se celebra el Día Mundial de los Océanos. Esta fecha establecida por la ONU, tiene el objetivo de reconocer la importancia de los océanos para todas las especies del planeta y concienciar a la población de la necesidad de preservar su estado.
Como sabemos, un tercio de la superficie de la Tierra está ocupada por océanos. Sin embargo, la actividad humana está sometiendo a los océanos a la sobreexplotación con la pesca, además de problemas como la polución y contaminación de sus aguas. A esto hay que sumarle que estamos destruyendo su hábitat con nuestras prácticas contaminantes, además del cambio climático y de las especies invasivas.
En 2019, la ONU lanzó una campaña para concienciar acerca del plástico y de los efectos altamente contaminantes que este ejerce sobre los océanos y sobre el medioambiente en general. En paralelo, también tiene lugar todos los años un concurso de fotografías enfocado, cómo no podía ser de otro modo, en los océanos.
Cuando pensamos en los riesgos para la salud pública, es posible que no pensemos en el océano. Sin embargo, cada vez más, la salud del océano está íntimamente ligada a nuestra salud. Por emplo, algunos organismos descubiertos a profundidades extremas se utilizan para acelerar la detección de COVID-19, y lo que podría ser aún más asombroso, que este es un ecosistema que podría dar una solución a la humanidad.
Esta es una de las muchas razones por las que debemos celebrar el Día Mundial de los Océanos: para recordar el papel fundamental que tienen los océanos en la vida cotidiana. Estos son los pulmones de nuestro planeta, la mayor parte del oxígeno que respiramos. El propósito del Día es concienciar a la opinión pública sobre las consecuencias que la actividad humana tiene para los océanos y poner en marcha un movimiento mundial ciudadano a favor de los océanos.
En este sentido, las Organización de Naciones Unidas ha pautado un evento online, el cual será realizado en unión con el Oceanic Global. En esta cita virtual se mostrarán algunos avances, innovaciones y resultados que pueden llegar a ser efectivos para salvar los océanos del mundo. El lema de este año “Innovación para un océano sostenible” forma parte de la Agenda para el 2030 sobre el desarrollo sostenible.
En EUDE Business School sabemos la importancia de preservar nuestros océanos y nuestra naturaleza. Por ello, queremos contribuir con nuestro Máster en Gestión Ambiental a la formación de profesionales y expertos en el área capaces de liderar una estrategia empresarial que sea respetuosa con el medio ambiente.
La contaminación y el cambio climático son serios problemas que preocupan en todo el mundo. Son ya numerosos países los que aprueban protocolos, con el objetivo de reducir los efectos nocivos que provocan sobre la salud de las personas y el medio ambiente.
Los peligros ambientales representan riesgos para la salud de todos, poco a poco sus impactos tienen cada vez más fuerza, lo que significa que en un futuro serán más devastadores tanto para el planeta como para la salud de las personas. A nivel mundial se necesitan más medidas para proteger a los ciudadanos de la contaminación del aire y las temperaturas extremas.
La gestión del tráfico vial o la introducción de zonas de bajas emisiones en centros urbanos, están ayudando a reducir la emisión y contaminación en determinadas áreas. Un ejemplo muy claro de este tipo de políticas, está siendo llevado a cabo por La Unión Europea, en su conjunto ha logrado avances significativos gracias a las diversas políticas que han implantado para mejorar la adaptación al cambio climático.
1. Madrid
El Ayuntamiento de Madrid fue el primero en activar un protocolo de contaminación en España, que incluye diferentes medidas en función de los niveles de dióxido de nitrógeno (NO2) en el aire, entre ellas se encuentra la reducción de velocidad en algunas carreteras o restricciones a la circulación.
2. Londres
Entre las medidas más destacadas llevadas a cabo por la capital del Reino Unido, destaca un impuesto de más de 800 euros por la compra de los nuevos modelos diésel que se compren, mientras que se incentiva con descuentos la compra de coches con cero emisiones.
3. Atenas
Desde 1982 posee circulación alterna (por matrículas pares e impares) que se cumple durante todo el año, menos entre julio y septiembre, cuando la mayoría de los ciudadanos no utilizan transporte privado y están de vacaciones.
4. París
Como protocolo anticontaminación, la política de París combina prohibiciones a los coches con medidas que fomenten el transporte público, que llega a ser gratuito en situaciones excepcionales.
5. Bruselas
Es la capital europea que destaca por ser la que más zonas peatonales tiene, además de prohibir circular a vehículos que contaminen por encima de los 200 microgramos.
6. Berlín
La ultima ley aprobada ha sido una zona ecológica en la que solo pueden circular aquellos coches que menos contaminan y que tienen una determinada pegatina identificativa.
7. Copenhague
Copenhague, al igual que todo el país danes, aspira a convertirse en 2050 en libre de combustibles fósiles, y a día de hoy en líder en conceptos como limpieza de residuos o el uso de energía eólica para generar electricidad.
8. Amsterdam
Otra capital que pretende prescindir en 2050 del gas natural. Además como país de referencia del uso de bicicletas, sus carriles bicis van acompañados de energía fotovoltaica para producir energía.
9. Tallín
Su principal protocolo anticontaminación es disponer de transporte publico gratuito para todos sus ciudadanos.
10. Oslo
En este 2019 impedirá el acceso de vehículos privados al centro de la ciudad y reducirá las emisiones de gases de efecto invernadero en cuatro años.
Actualmente parte del desequilibro ambiental que estamos viviendo se debe a la actividad empresarial y al uso indebido de los recursos naturales. En EUDE Business School somos conscientes del papel y el cuidado que deben tener las empresas con el medio ambiente. A través de nuestro programa de MBA + Calidad y RSC (Responsabilidad Social Corporativa) ofrecemos a los alumnos todas las herramientas y conocimientos necesarios para formar líderes del futuro social y medioambientalmente responsables.
Este sábado 24 de marzo se celebra ‘La Hora del Planeta’ un movimiento que pretende concienciar de la importancia de cuidar nuestro planeta.
Esta campaña multitudinaria empezó en 2007, como un gesto simbólico de la lucha contra el cambio climático
La Hora del Planeta es el mayor movimiento a nivel mundial a favor del medio ambiente y es una oportunidad para que podamos aportar nuestro granito de arena en la lucha contra el cambio climático de una manera tan sencilla como es apagar la luz durante una hora. Puede parecer que con este gesto lavamos nuestras conciencias, pero creo que es un momento en el que se recapacita y se pone en valor lo importante que es proteger nuestro planeta. Por lo menos se piensa en ello durante un rato, que es mejor que nada.
¿Por qué hay que apagar la luz? Porque te importa que el cambio climático esté acabando con la biodiversidad, porque sufres que la escasez de agua sea cada vez más acuciante en algunas regiones, porque las lluvias torrenciales y los huracanes, de forma más frecuente, provocan miles de pérdidas materiales y hasta humanas.
La conciencia ciudadana y la educación ambiental, así como la formación e información en materia de medio ambiente, deben ser el presente para que en nuestro futuro más inmediato se elaboren políticas de gobierno y de gestión de los recursos naturales más sostenibles, y se generen hábitos de consumo responsables, pues actualmente estos aspectos no están presentes a la hora de tomar decisiones por parte de los dirigentes.
A nivel institucional, hay que ser valientes y coherentes en la toma de decisiones, no electoralistas ni oportunistas. Sacrificar las buenas relaciones con determinados lobbies por decisiones para el bien común de la población y de nuestro entorno. Es decir, no se puede incentivar el vehículo eléctrico o híbrido y seguir dando subvenciones al diésel. Igual que no se puede favorecer la agricultura intensiva de regadío en un país de secano, donde además se sigue extrayendo ilegalmente mucha agua de los acuíferos.
Hay que formar e informar porque la conciencia ambiental de los españoles es aún muy débil en este aspecto, tal y como indica un estudio realizado por el CIS en 2016. El compromiso de la sociedad con el medio ambiente puede parecer que cada vez es mayor por las recientes iniciativas que se están llevando a cabo: fomento de las renovables nuevamente, vehículos eléctricos, aumento del reciclaje de envases…pero, a nivel individual, la realidad es que el español no es todavía un ciudadano ecológico.
Para ser un ciudadano ecológico, definido como aquel en quien concurren no sólo el cumplimiento de las obligaciones legales ambientales, sino también un cierto número de virtudes morales y disposiciones prácticas hacia el entorno, podemos realizar acciones tanto a nivel público como privado. Entendiendo como público, por ejemplo, asistir a protestas en favor del medio ambiente, salir a calle, participar activamente en asociaciones ambientales o ecologistas, entre otros. Y a nivel privado, es decir, de puertas para adentro, reciclaje de nuestros residuos, un consumo eficiente y responsable de la luz, del gas y del agua, uso de transporte público siempre que se pueda, o hasta la compra de un vehículo híbrido o eléctrico.
Para cumplir con un modelo de vida sostenible habría que asegurar la existencia o mantenimiento de los presentes recursos naturales para las generaciones futuras. Para ello, hay que tender a un desarrollo económico basado en una economía circular, a un consumo responsable y no salvaje, que no haya obsolescencia programada de los productos que adquirimos. Reciclar es importante, pero más lo es reutilizar y más, reducir. Sobre todo, hay que ser conscientes de que nuestro actual modelo de vida, en el que no nos falta de nada, es un lujo que no nos podemos permitir por más tiempo. Hay que sacrificar algunos hábitos, costumbres y comodidades para que haya para todos porque los recursos son limitados y algunos, irrecuperables.
Bien es cierto que no es suficiente con una hora de apagón al año, y eso lo sabe todo el mundo. Efectivamente, la Hora del Planeta es un gesto, un símbolo, pero sirve para despertar conciencias, no para limpiarlas. Después, la mayoría de los ciudadanos continuarán con su vida cotidiana pero seguro que una minoría se toma esto más en serio y trata de ser un ciudadano más ecológico. Entonces, habrá valido la pena.
Irene Alonso,
Responsable de Tutorías de Medio Ambiente, Calidad y Desarrollo Sostenible en EUDE Business School