27 octubre 2020

¿Qué debemos exigir a los RRHH en estos tiempos inciertos?

Como responsable de un programa de máster de RRHH y profesional de esta área por más de veinte años, nunca me había enfrentado a una situación como la actual (octubre 2020): el trabajo en las empresas continúa, pero el marco de acción ha cambiado de manera radical.

 

Desde marzo del año 2020 las empresas alrededor del mundo están intentando mantener sus negocios sin certezas respecto al futuro. Ese futuro se ha convertido en muchos futuros, y se gestiona y acciona día a día. Las estrategias cuidadosamente diseñadas han volado por los aires, y el temor es la emoción instalada en los hombres y las mujeres que toman las decisiones y llevan las riendas de los negocios. ¿Y qué está ocurriendo con los colaboradores? Pues que en cada uno de ellos conviven tanto la certeza de que tienen obligaciones que cumplir en un nuevo escenario, específicamente su hogar, y una certeza menguante respecto a que esta situación es temporal.

 

En un lapso de seis meses las tendencias que venían dominando el desarrollo del área de gestión de personas se han visto interrumpidas por los efectos de la pandemia COVID-19, y desde mi punto de vista hay que formular dos consideraciones en este sentido.

 

  1. Las personas son el centro de nuestro hacer, pero ahora tenemos que agregar una variable nueva: la incertidumbre. En estos meses se ha escrito y comentado mucho sobre los efectos que los confinamientos y el teletrabajo están teniendo sobre los colectivos de trabajadoras y trabajadoras. Uno de los más interesantes es el estudio que Manpowergroup publicó titulado “Tendencias del mundo del empleo”  y cuya principal conclusión señala que la mayor parte de las personas empleadas consideran que, independientemente del control que se alcance sobre la pandemia, la nueva realidad marcará un futuro del trabajo donde se compartirá la presencialidad en las instalaciones de la empresa con la actividad desarrollada de manera remota.

 

  1. Las primeras valoraciones que hicieron tanto los responsables empresariales como los propios trabajadores indicaban que durante los períodos de confinamiento la productividad se mantuvo, e inclusive aumentó, lo cual responde a una característica eminentemente humana: las respuestas excepcionales de las personas en situaciones extremas. Sin embargo, ya empiezan a surgir voces críticas a esta situación señalando precisamente que, al mantenerse estas condiciones a lo largo de muchos meses, se empiezan a ver signos de retroceso en el trabajo desarrollado desde el hogar. Razonan los CEO de empresas tan importantes como JPMorgan Chase, American Airlines, Microsoft y MorganStanley que ello se debe a que simplemente nos adaptamos a la coyuntura, sin cambios reales en las culturas empresariales. Uno de los ejemplos más claros de esta situación se observa en las reuniones virtuales de trabajo, donde en muchas ocasiones es evidente la falta de creatividad y la esterilidad en los procesos de elaboración y desarrollo de nuevas ideas y estrategias.

 

¿Cuál debe ser entonces el rol de los departamentos de Recursos Humanos? Eugenio de Andrés, socio-director de la consultora Tatum, propone centrarse en tres aspectos fundamentales: la gestión del trabajo híbrido, entendiendo por ello que la nueva realidad obligará a muchas empresas a buscar soluciones a problemas hoy cotidianos como la implementación legal del teletrabajo, los cambios derivados del uso de los espacios físicos, la necesidad de desarrollar nuevas herramientas que midan la productividad, entre otros; en segundo lugar, la atención a la motivación y al compromiso de los colaboradores, ahora que no se puede mantener a todas las plantillas en un solo espacio físico que favorezca el sentido de comunidad; y, por último, la aceleración de los procesos de transformación digital y su impacto en las personas y sus tareas, abandonando la idea de usar las tecnologías conocidas como parches para sustituirlas por un sistema digital de gestión de personas que ayude a mejorar la experiencia del empleado.

 

Concluyo afirmando, como lo he hecho en mis últimas charlas y clases como profesor del área de RRHH en EUDE, que los retos a superar son los siguientes:

 

  1. Los empresarios y las personas con puestos de dirección deben asumir el liderazgo de un cambio organizacional planificado y profundo, que concilie sus intereses empresariales con las necesidades de las personas y el rol social que éstas cumple la empresa, sin olvidar el hecho de que es necesario mantener tanto la productividad como controlar los costes.

 

  1. Es fundamental que la empresa apoye a las trabajadoras y a los trabajadores para que tomen conciencia sobre su poder como seres humanos con talento, productivos, capaces y resilientes, que buscan nuevas oportunidades de crecimiento y desarrollo y que exigen formas novedosas de supervisión para contribuir de manera eficaz al logro de sus objetivos vitales.

 

  1. Por último, quienes laboramos en las áreas de gestión de personas estamos obligados a reinventar nuestra profesión, dotándola de valor estratégico y demostrando a todos que, más allá de los procesos, existen formas de cuidar al talento humano para que éste continúe siendo el valor diferencial que hace grande a las empresas y la sociedad.

 

 

Paolo Lombardo Expósito

Responsable académico Máster RRHH

EUDE Business School

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